lunes, 23 de mayo de 2011

piet mondrian

Pieter Cornelius Mondrian nació en 1872 en Amersfoort, (Holanda).
Su padre alentó mucho la vocación artística de Piet y era maestro de escuela y calvinista activo al que ayuda a pintar escenas históricas de intención moralizante.
Mondrian luego encuentra una seria oposición familiar cuando en 1892, decide no seguir la carrera docente que habría iniciado como profesor de dibujo y comienza a dedicarse exclusivamente a la actividad creadora. Se inscribe en la Academia de Bellas Artes de Amsterdan y frecuenta los ambientes artísticos de la ciudad; se producen también los contactos con las creencias esotéricas, especialmente con la teosofía, que irían poco a poco apartándole de la fe calvinista.
Comienza a ganarse la vida realizando copias de los cuadros del Rijksmuseum y obras por encargo, durante gran parte de su vida mantendrá la escisión, entre una actividad creadora muy radical, y por lo tanto poco comercial, y estos trabajos de naturaleza alimenticia.
Sus primeras obras personales, fundamentalmente paisajes, están muy influidas por los consejos de su tio Frits Mondrian. Sin embargo hacia 1907, el trabajo del pintor va a experimentar un cambio muy importante, propiciado por el conocimiento de la obra de pintores como Van Gogh, Kees van Dongen o Edvard Munch. El suave colorido de su pintura anterior, trasunto del medio físico que reproduce, es sustituido por una paleta de colores puros aplicados de forma arbitraria. Sus temas tradicionales reciben ahora un tratamiento antinaturalista que aproxima la obra de este momento a la de los expresionistas alemanes.


Por ello le atrajo la solidez conceptual que le ofrecía el luminismo, nombre por el que se conoció el divisionismo en Bélgica y Holanda; entre 1908 y 1910 adopta sus principios coincidiendo con sus estancias en la localidad zelandesa de Domburg, donde el pintor Jan Toorop vivía con una pequeña comunidad de artistas jóvenes. Se trata no obstante, de un episodio breve, pues al finalizar la primera década del siglo, su obra sufre otra transformación, esta vez en clave simbolista, que es inevitable relacionar con el auge de sus preocupaciones esotéricas, ya que en 1909 se inscribe en la Sociedad Teosófica holandesa.
El breve período simbolista concluye en 1911, cuando el descubrimiento de las obras de Picasso y Braque encamina los pasos de Piet hacia el cubismo y le aconseja trasladarse a París, auténtica Meca del arte de la época.

 

En su estudio de la Rue de Départ, desarrolla una visión personal del cubismo sintético, al tiempo que muestra ya una decidida tendencia a la abstracción.En 1913, su carrera comienza a adquirir cierto reconocimiento, el poeta Guillaume Apollinaire, notable ideólogo de la causa cubista, elogia la originalidad de la obra que Piet presenta en la XXIX edición del Salón de los Independientes y ese mismo año, el pintor establece un acuerdo con la familia de industriales Kröller-Müller por el se compromete a realizar un número de cuadros anuales a cambio de un salario fijo. El estallido de la Primera Guerra Mundial le sorprende en Holanda, adonde habia viajado a causa de la enfermedad de su padre, obligándole a permanecer allí por cuatro años, se ve obligado a distanciarse de París por lo tanto comienza a elaborar las bases de su obra madura; varios personajes influyen en este proceso. Uno es el teósofo y matemático Schoenmaekers, en cuyos escritos pueden encontrarse algunos elementos de la estética de Mondrian, como la primacía de la ortogonalidad o el uso exclusivo de los tres colores primarios. Por otra parte la pintura de formas geométricas abstractas y grandes campos de color del pintor Bart van der Leck será fundamental en su definitivo abandono del cubismo. En esta misma época, Mondrian conoce al que sería compañero de aventura artística durante algunos años, el inquieto artista Theo can Doesburg, que le ogrece la posibilidad de publicar sus ideas en la revista que se propone editar.


DE STIJL

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